Quienes somos

En 1997, Bene Tuki y su esposa Ana María Arredondo fundaron la Galería Aukara con la idea de mantener una muestra permanente del tallado tradicional rapa nui, así como de grabados y pinturas, creando además, un espacio de encuentro para artistas de diversas áreas. Su objetivo era también proporcionar un lugar para "poner a volar la imaginación".

Durante años, la Galería Aukara, ubicada en una céntrica calle de Rapa Nui, se convirtió en un espacio donde se llevaron a cabo diversas actividades vinculadas al arte y la cultura. Charlas, talleres, conciertos y exposiciones formaron parte de las actividades realizadas en Aukara, convirtiéndolo en un centro cultural vibrante y vital en la comunidad de Isla de Pascua.

En el año 2020, Bene y Ana María tomaron la decisión de transformar uno de los espacios de la Galería en lo que sería el primer Museo de la Escultura de Rapa Nui. El objetivo principal de este museo es resguardar la memoria de los tallados tradicionales, piezas que desempeñaron un papel importante en la antigüedad y que son parte fundamental de la cultura y la identidad rapa nui.

En este museo se exponen cerca de 50 tallas tradicionales, principalmente esculpidas por Bene Tuki, así como algunas obras realizadas por otros talentosos escultores de Rapa Nui. Esta iniciativa no solo busca preservar y difundir el legado artístico y cultural de Isla de Pascua, sino también honrar la labor de los escultores locales y promover la apreciación del arte tradicional entre la comunidad local y los visitantes. 

El Museo de la Escultura Aukara se convierte así en un importante centro de preservación cultural y difusión artística en la isla.

Esta muestra no es para que me recuerden sino con la finalidad de que la memoria de nuestro pasado no desaparezca (Bene Tuki, 2020).

Próximas Muestras

Miércoles, 15 de mayo

Exposición Privada

Centro cultural
8 p. m.

Jueves, 16 de junio

Nueva Exposición

Museo Aukara
10 p. m.

Domingo, 19 de septiembre

Artistas Invitados

Municipalidad
9 p. m.

Domingo, 2 de diciembre

Exposición Colectiva

Hanga Roa
8 p. m.

La escultura en madera en Rapa Nui

El arte de esculpir la madera, confeccionando diversas y variadas figuras, es una de las manifestaciones más importantes de la cultura Rapa Nui, presente desde tiempos antiguos y vigente hasta nuestros días. El significado y la función de estas esculturas no están claros, ya que con el transcurso del tiempo se ha perdido gran parte de la historia que sustentaba su realización. Sin embargo, en la memoria colectiva se han conservado muchos de los motivos, aparentemente tradicionales. De alguna manera, podríamos decir que se han mantenido las formas, pero que paulatinamente se ha ido perdiendo el fondo o el sentido original de esas formas.

Lo que sí sabemos es que las esculturas en madera estaban reservadas únicamente para expertos en este arte y tenían un carácter esencialmente simbólico, considerado sagrado en las ceremonias en las que se exhibían. El origen de la talla en madera es incierto; algunos investigadores, como Geiseler, tienden a creer que su introducción es muy antigua, mientras que otros autores sugieren que podría haber aparecido después de que el trabajo en piedra del Rano Raraku comenzara a finalizar en el siglo XVI d.C.

En realidad, es difícil determinar cuándo exactamente apareció, aunque sabemos por la tradición oral que los primeros exploradores que llegaron a la isla, en una época no determinada pero muy lejana, dejaron oculto un moái, el moái "Hinariru", en un sector de Hanga Roa. Se dice que Hotu Matu'a habría traído consigo un moái y luego habría mandado a traer de su tierra ancestral el moái "Tauto" (nombre de un rey de Hiva, la tierra ancestral), aunque no se especifica si era de piedra o de madera.

La tradición también cuenta que el Ariki Tu'u Ko lho fue el primer tallador de ciertas figuras. En las listas genealógicas recopiladas por Roussel, Thomson y Metraux, aparece Tu´u Ko lho en épocas bastante tardías, pero también se le menciona junto a Hotu Matu'a en su arribo a la isla, como esposo de Avareipua, hermana de Hotu Matu'a. Sin embargo, Routledge habla de Hinelilu como el esposo de la princesa, experto en roŋo roŋo (ROUTLEDGE, 1919:271), y a Tu´u Ko Iho le otorga el título de hacedor de las imágenes de madera.

La información es bastante dispar, aunque no impide plantear la posibilidad de que la talla en madera haya llegado con los primeros inmigrantes y que con el tiempo haya adquirido un carácter propio, así como la posibilidad de que se hayan incorporado nuevos motivos. Se dice que el Ariki Tu'u Ko Iho habría esculpido ciertas figuras antropomorfas conocidas como moái kava kava y moái pa'a pa'a después de tener un encuentro con unos espíritus o "aku aku", los cuales habría querido representar en madera.

Dice la tradición:

"Tu'u Ko Iho venía un día, de madrugada, por el camino desde su casa, en Tore Tahuna y llegó a Puna Pau. Ahí vio a Hitirau y Nuko te Maŋo, que estaban durmiendo. El Ariki se detuvo en pie; sus ojos vieron que no había carne en los cuerpos de esas personas, ni hígado, ni intestinos, sino puros huesos. Hitirau yacía con la cabeza a mano derecha de los pies de Nuko te Maŋo, quien estaba a la izquierda, con los pies al lado de la cabeza de Hitirau. El Ariki los miró. En este momento gritó un aku aku desde la altura del monte Tangaroa: "despertad vosotros, al Ariki ha visto vuestros cuerpos miserables!” Al oír esto se fue ligero el Ariki.

Llamó otra vez el aku aku: "despertad dormilones!" Despertaron y preguntaron: ¿Qué hay?" Tuu Ko Iho ha visto vuestros cuerpos miserables. Cuando ellos se levantaron del sueño, se cubrieron los huesos otra vez de carne por todo el cuerpo; se levantaron como si fueran personas en vida. Se fueron de prisa y, dando una vuelta, vinieron al encuentro de Tuú Ko lho. El Ariki vio que se acercaban dos jóvenes apuestos.

Ellos saludaron “¡Oh Ariki, bienvenido seas!" Les contestó el Ariki: "Igualmente vosotros, tú con el compañero". Los aku aku preguntaron: "¿Qué tal eso que encontraste, cuando venías acá?” El Ariki contestó: "No he encontrado nada". Ellos se fueron: Tu'u Ko Iho siguió su camino. 

Pasaron al encuentro del Ariki otros cuatro jóvenes y llamaron “¡Oh Ariki bienvenido seas!" Él contestó: "Vosotros, oh jóvenes, ¡igualmente bienvenido seáis!". Los aku aku preguntaron: "¡Ayayay, la cosa que tú sabes!" Contestó el Ariki: "Nada, no sé nada". Los aku aku dijeron nuevamente: "Nada pues encontraste, cuando venías acá, ¿oh Ariki?" Tu´u Ko Iho les contestó: "Nada"

El Ariki siguió su camino; ellos llegaron otra vez a su encuentro, después de dar una vuelta, el Ariki vio los jóvenes, eran diez. ¡Ellos saludaron “Bienvenido seas, oh Anki!" Él contestó: "Vosotros igualmente". Preguntaron ellos: "¿No se encontraron unos muchachos contigo cuando venías acá, oh Ariki?" Les contestó: "No" Dijeron los aku aku entre sí "No, Él no ha visto nuestros cuerpos miserables" Y se fueron. 

El Ariki siguió su camino y cuando llegó cerca de la casa de Hanga Poukura (entre Vaihu y Vinapu) venían muchos aku aku, a centenares venian, Ellos llamaron: "Bienvenido, oh Ariki Tu'u Ko lho, que vienes de tu tierra, de Tore Tahuna". El Ariki contestó: "¡Igualmente vosotros, bienvenidos seáis amigos!" "No se ha encontrado nadie contigo, oh Ariki" "Nadie"

Los aku aku se rieron de contento, levantaron gritos y desaparecieron. El Ariki llegó a la casa de Hanga Poukura, entró y se acostó. Vinieron otra vez los aku aku y se quedaron delante de la casa, en frente, atrás y en las dos esquinas. 

Querían oír la conversación de Tu'u Ko Tho; pero él no habló nada. Ellos se quedaron un largo rato. El sol subió hasta el cenit. El Ariki no hablaba. Entonces dijeron los aku aku: "No ha visto los cuerpos miserables de Hitirau y Nuko te Maŋo; vámonos". Tu'u Ko Iho oyó esto. Se marcharon los aku aku: se desparramaron los compañeros de Hitirau. El Ariki se acostó a dormir.

Amaneció otro día. Llegó la tarde. El sirviente del Ariki vio que el vestido colorado del Ariki estaba solo -en el suelo- y que la portezuela de la casa -un tejido de totora- estaba arrollada (abierta). Así conoció que el Ariki todavía estaba durmiendo en la casa. Fue a encender el fuego para el curanto y cocer ñames y camotes. En la tarde abrió el curanto y llevó comida a la casa, diciendo: "Aló, oh Ariki, ¡recibe esto y come! “ Se sentó el Ariki a comer y después durmió otra vez. En la madrugada del siguiente día se levantó.

El sirviente le hizo otra vez un curanto y cuando el sol estaba muy alto ya, le llevó la comida a la casa. El Ariki comió Llegó la tarde y el sol resplandeciente con color de rosa. El Ariki salió de la casa a sentarse afuera y vio tres niñas bonitas. Venían de las esquinas del ahu de Hanga Poukura. El Ariki vio que no tenían vestidos. Llegaron frente al Ariki y él las saludó diciendo: "Bienvenidas vosotras, jóvenes, ¡sois muy lindas!". 

Las jóvenes bonitas contestaron: "Bienvenido sea el Ariki!" Tu'u Ko Iho preguntó: "Adonde vais vosotras?" Dijeron: "Venimos a ti oh Ariki". Dijo él: “¿Cuáles son vuestros nombres?" Contestó la mayor de las niñas bonitas: "Yo soy Pa'a pa'a Hiro" Dijo la segunda: "Soy Pa'a pa'a ki Rangi". La tercera: "Soy Tootahi Turu mai te Rangi". Desaparecieron las tres niñas por las alturas.

Anocheció, se acostó el Ariki. Amaneció; supo el Ariki que habían hecho fuego para un curanto en Akahanga. Se fue y llegó a Akahanga. Estando ya calientes las piedras, él mismo las sacó, levantó los tizones de toromiro y los dejó al lado. Llamó a los hombres y les dijo: "Estos tizones van conmigo, rociados con agua". Se extinguió el fuego; el Ariki sacó los tizones con que se había hecho el fuego, se los hechó al hombro y fue a Hanga Poukura. En la noche volvió de Hanga Poukura a Tore Tahuna.

Entró en su casa y se acostó. Por la mañana tomó una azuela, sacó los tizones de toromiro y talló los ojos, la nariz, las orejas, el cuello, el pecho, las manos, el vientre, los músculos, las asentaderas, los hombros, las rodillas, los tobillos y los pies. El Ariki vio que el moai era la figura de Hitirau, moai de costillas (sin carne) 

Trabajó otra vez; resultó la figura de Nuko te Maŋo, también moai de costillas. Talló otra vez, resultó la figura de Pa'a pa'a Hiro; otra vez, la de Pa'a pa'a ki Rangi; otra vez, la figura de Tootahe Tuu mai te Rangi. 

El Ariki tomó un cordel hecho de mahute, lo trenzó y lo pasó por los sobacos de ambos lados de los moai. Así colgó los moai, dejándolos suspendidos en el cordel. Tomó otros cordeles y amarró con uno el cuello de los moai, con el otro los pies. Quedaron colgados derechos, puestos en fila: tirando con la mano las puntas de estos cordeles, hacia andar los moai. Se dio a su casa el nombre "casa de los moai títere". Algunas personas visitaron la casa del Ariki Tu'u Ko Iho y, al ver que los moai andaban, contaron a otros esta novedad." (ENGLERT,1988:66-70).

Prensa

CAP. 03 : BENE TUKI - KORO HONO MAORI, Mana TV Rapa Nui

Benedicto Tuki Pate, más conocido en la comunidad como Bene Tuki, ha dedicado su vida a la talla en madera y piedra…

"No hay duda de que las expresiones artísticas, y de manera muy particular la artesanía, representan a un pueblo y su cultura…

Tapa’o Tupuna: Artesanía Ancestral rapanui

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Pancho tuvo el privilegio de conocer a un artista muy especial de Rapa Nui…

Bene Tuki (1946-2022) por Francisco Bermejo

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Vivian Lavín conversó con Bene Tuki, desde Isla de Pascua

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Revista Moe Varua, noviembre 2022

Escultor pascuense talla moai de tres metros en La Serena. Obra de Bene Tuki estará emplazada en…

Periódico digital El Día, diciembre 2013

Manuel, Bene y Alex Tuki (Padre, hijo y nieto) cuentan sobre su experiencia construyendo un nuevo moai para Japón, luego que…

KulRapa, Capítulo 2

Agosto 2023

Visita del embajador de Japón Shibuya Kazuhisa, agosto 2023.

Entrevista a Bene Tuki, Manuland Sculpture Symposium, en Nueva Zelanda…

Marzo 2007

Esculturas de Bene Tuki en Museum of New Zeland Te Papa Tongarewa

Moai en la isla de Texel en Holanda

Moai realizado por Bene Tuki el año 2006 en Stutgart, Alemania.

2006